Inicia formalmente sus estudios en 1946 a 1951, en la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda” del Instituto Nacional de Bellas Artes INBA siendo Director el Maestro Antonio Ruiz “El Corcito”.
Esta etapa fue una de las más significativas en la vida de “La Esmeralda”, pues los más grandes artistas de ese momento histórico formaban parte de su personal docente, esto contribuyó decididamente a crear brillantes generaciones de nuevos artistas, que han tenido en el arte contemporáneo una presencia relevante. Sus principales Maestros fueron: Enrique Asaad, Manuel Rodríguez Lozano, Feliciano Peña, Alfredo Zalce, Carlos Orozco Romero, el Escultor Juan Cruz, el Escultor Francisco Zúñiga, Federico Cantú, Jesús Guerrero Galván, el Antropólogo Salvador Toscano y el Dr. Carlos Dublán.
Sus compañeros de generación fueron: Benito Messeguer, Lilia Carrillo, Lucinda Urrusti, Francisco Corzas, Alberto de la Vega, Gilberto Aceves Navarro, Mario Orozco Rivera, entre otros.
Para ayudarse económicamente en sus estudios, trabaja como ayudante de escenógrafo en algunos teatros de revista como: el Folies, El Lírico, etc.; y en las Carpas de Barrio, como El Ofelia de “Clavillazo”, donde realiza telones para los sketches de artistas y cómicos populares del momento. Asimismo, obtiene por concurso la decoración del antiguo Tenampa donde pinta diferentes temas típicos de Guadalajara.
… Mi vida en el arte ha sido una profunda reflexión sobre el mundo que me rodea; el que me ha tocado vivir, es una conciencia e intuición que se revela a través de los años en la obra artística. Mi vida tiene tres vertientes, la actividad como artista plástico; el desempeño como maestro a lo largo de treinta años, desde las escuelas de iniciación artística, hasta las diferentes escuelas profesionales de artes plásticas y la actividad en las diferentes agrupaciones y sociedades de artistas plásticos, como fundador y presidente en algunas de ellas, animado siempre por una actitud idealista, solidaria y romántica. Estas dos últimas, han nutrido y enriquecido mi espíritu, dándole mayor vitalidad a mi vida y obra. Es así que, en esta búsqueda constante de la autenticidad, de realidades nuevas, en este camino personal, he asumido mi oficio desde perspectivas reveladoras y he decidido no renunciar a lo que en esencia caracteriza mi espíritu, es decir, a la libertad de crear.
Héctor Cruz García (Chimalhuacán, 1932) es un artista plástico (pintor, muralista, escultor) con más de medio siglo de una carrera respetada y reconocida por pares y críticos.Su camino artístico pasa por varias estaciones fundamentales del arte moderno mexicano: La Esmeralda (como estudiante y profesor), el Taller de Integración Plástica y el muralismo, los postulados de la influyente escuela mexicana de pintura así como la búsqueda de lenguajes y estilos personales. La longeva y variada obra de Cruz es esencial para repensar y revalorar la riqueza de las artes plásticas mexicanas.
Entre sus diversas actividades artísticas destacan:
Medalla y Diploma de la Academia de Ciencias y Artes de Moscú. 1957 Miembro del Consejo Universitario. 1966-1968 Who´s who in American Art. 1973 Dictionary of International Biography, Cambridge England. 1975 Exposición Homenaje del Maestro Héctor Cruz al Poeta Carlos Pellicer, Sala Internacional del Palacio de Bellas Artes. 1975 Maestro de la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda” del INBA. 1958-1968 Maestro de la Escuela Nacional de Artes Plásticas “San Carlos” de la UNAM. 1959-1981 Maestro de Arte en los Cursos de Verano para extranjeros en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Presea “José María Velasco”. Estado de México. 1985 Presidente de la Sociedad Mexicana de Artistas Plásticos SOMART Sociedad de Autores de Interés Público. SEP. 1984-1989 Creador y Presidente del Consejo Mundial de Artistas Plásticos COMAP, Declaración de Oaxtepec, Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. 1989 Exposición Homenaje Sala Nacional del Palacio de Bellas Artes. 1989 Reconocimiento de la UNICEF como benefactor con el Disco de Oro “Concierto para la vida” de Plácido Domingo. 1992 Exposición “Génesis”, Banco Interamericano de Desarrollo BID. 1994 Conferencia Magistral “REFLEXIONES” de Héctor Cruz: Instituto Cultural de México en la ciudad de Washington D.F. 1994 Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles California. 1993 Museo de Arte Moderno de San Diego California. 1993 Capilla Alfonsina, Ciudad de México. 1995 Medalla de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por sus Murales “Génesis. Nacimiento de una Nación”. 2000 Exposición Homenaje al Maestro Héctor Cruz en el Senado de la República. 2014 Conferencia Magistral “REFLEXIONES” versión multimedia de Héctor Cruz: Museo de arte moderno de la ciudad de Toluca. 2019
… Dentro de este género ha evolucionado desde la aprehensión naturalista hasta ciertas sutilezas poéticas propias de una intelección post-impresionista. La relación estética entre Héctor Cruz y Carlos Pellicer produjo un fenómeno de ida y vuelta tan infrecuente como fecundo. Para una exposición que el pintor presento en julio de 1971 en la Galería Misracchi, el poeta escribió una presentación breve pero intensamente admirativa. “En la mayor parte de estos cuadros-decía- la esencia del paisaje es lo que queda. Es la meditación sobre el paisaje; el pintor ha ojeado lentamente lo que vio. Una poesía lenta y profunda, hablando más hacia dentro que hacia afuera. La luz se inclina para crear nuevos colores. De pronto el relámpago llena el cuadro o el rojo puntea y quema. Miradas nuevas, nuevos colores ¿Qué antiguo sentimiento se hace tan nuevo ahora? Pintura lujosa en el sueño. Raramente naturaliza, no es narrativo y cuando lo hace, la realidad habla claramente, pero en voz baja. Héctor Cruz, un maestro nuevo del paisaje”.
El pintor sintió que la emoción, que la percepción de Carlos Pellicer, rebasaba cuanto él había logrado hasta 1971. Entonces decidió ir más allá; esencializar más, meditar más, mirar con más lentitud para ver más hacia adentro la naturaleza. Ocurrió que sus colores se limpiaron y se renovaron hasta volverse nuevos. Rojos, verdes, amarillos, morados y hasta los ocres y grises de etapas anteriores cobraron vida, comenzaron a transcurrir sobre las telas con luz, aire y ese ritmo de cuánto conoce el tiempo, las estaciones, ciclos de nacimiento y muerte.
Raquel Tibol